Después
de unos cuantos lunes de fiesta, nos reunimos en una nueva sesión de Leer
juntos. Como en sesiones anteriores, empezamos con la Breve antología de la Literatura universal, que Faroni relata en la obra de Luis Landero
Juegos de la edad tardía, publicado el
18 de abril en Breve y en lunes de las Bibliotecas Escolares de Aragón para
celebrar el Día del Libro. En este brevísimo texto se encuentran ensambladas diversas
citas o referencias muy breves, pertenecientes a veinticuatro grandes obras de
la literatura universal.
Algunas
conseguimos adivinar, otras no… Si queréis intentarlo seguir el enlace https://letralia.com/287/ensayo03.htm) y allí encontrareis tanto el texto como las soluciones.
Para
hablar de la novela epistolar nada
mejor que comenzar con una serie de postales y recuerdos personales traídos de
propio para la tertulia. Unas eran postales familiares de los años 40 y 50 en
blanco y negro y coloreadas, y otras, las que más llamaron la atención, fueron una
serie de postales escritas entre los años 50 y 70, encontradas en un contenedor
de obra en una calle del centro de Madrid, tiradas por su propietaria y que en el
futuro podrían dar lugar a que alguien escribiera alguna novela sobre el amor o
el desamor de sus protagonistas…
El listado de las novelas epistolares es muy amplio, y a través
de una serie de “postales literarias”
fuimos leyendo una breve sinopsis de algunas de ellas. Descubrimos obras
clásicas como: “Cartas Marruecas” de
José de Cadalso, “Desde mi celda” de
Gustavo Adolfo Bécquer, “Las amistades
peligrosas” de Choderlos de Laclos o “Drácula”
de Bram Stoker, otras más modernas “Carta
de una desconocida” de Stefan Sweig, “Paradero
desconocido” de Kressman Taylor o “84,
Charing Cross Road” de Helen Hanff adaptada por Isabel Coixet al teatro en
2004. También mencionamos algún epistolario, que a diferencia de la novela
epistolar se trata de una recopilación de cartas reales, normalmente entre
personajes históricos, entre ellos nos encontramos con “De Profundis” de Oscar Wilde o “Miquiño mío”, una relación de cartas entre Emilia Pardo Bazán y
Benito Pérez Galdós.
Pero
este género no es exclusivo de la literatura de adultos, en la literatura
infantil también encontramos varios ejemplos. Uno de ellos, “Carta de todos y para todos”, del
autor holandés Toon Tellegen, un delicioso libro en donde una serie de animales
se escriben un montón de cartas entre sí y que el viento reparte. El topo se
envía cartas a sí mismo para apaciguar la soledad o el oso hambriento inventa
cartas que solucionen su glotonería…
También leímos “Una última carta” con texto de Antonis
Papatheodoulou e ilustraciones de Iris Samartzi, donde nos trasporta a una
pequeña isla mediterránea cuyos habitantes tienen la fortuna de contar con un
amable cartero, que tras más de 50 años de servicio se jubila y le acompañamos
en su último día de trabajo…un pequeño homenaje al viejo oficio de repartir
cartas.
Pili nos leyó su carta “Con pleno
consentimiento” presentada al concurso de literatura epistolar organizado por
el Ayuntamiento de Calamocha, que nos gustó mucho y, como en todas las
sesiones, terminamos leyendo un poema: “Nanas
de la cebolla” de Miguel Hernández, en este caso precedido, como no podía
ser de otra forma, de la carta que dicho autor envió desde la cárcel a su mujer
Josefina.
Marta Sanz
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