Versionando el título de dos grandes obras literarias como Orgullo y prejuicio o Sentido y sensibilidad, nombramos la última entrada de este curso en el Leer Juntos Familias utilizando dos sustantivos.
Ha sido un curso en el que hemos tenido muchas alegrías y, por desgracia, también tristezas: el día que se realizó esta última sesión final de evaluación una de nuestras compañeras no nos podía acompañar físicamente pero estaba en nuestros corazones. Ojala consigamos animarla y convencerla en octubre para seguir viniendo quincenalmente a la biblioteca escolar a comentar libros, comentar experiencias y hablar de la vida. Ya lo hemos comentado varias veces, todos los grupos de lectura son un poco grupos de terapia en la que los participantes exteriorizan sus miedos, emociones, tristezas o alegrías que quizá en otros lugares no se atrevan a sacarlos. Compartir, eso es lo que hacemos.
¿Y en verano qué haremos sin poder compartir? No pasa nada, durante estos meses tenemos que leernos el libro Ruido de Zuecos de Severino Pallaruelo para poder seguir compartiendo allá por el mes de octubre con quien quiera acompañarnos el próximo curso dos tardes al mes.
Y como no recordar la importancia de la comida en la literatura, como nos enseñó Arianna Squilloni en el V ENCUENTRO LEER JUNTOS, saboreando una magnífica tarta de queso con mermelada, regalo del grupo de Leer Juntos de la Almunia de San Juan que este año celebró el décimo aniversario de su creación, acompañada de café y un excelente té, según nos contó Marta de las Mil y una noches.
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