jueves, 30 de octubre de 2014

HOMENAJE A DAVID MCKEE

Hemos empezado fuertes este curso, once personas estábamos en la primera tertulia y todavía faltaba alguna madre. Parece que el té de Marta se está convirtiendo en un hábito, ¡no dejes de hacerlo, nos encanta! Quizá faltaba algún que otro dulce pero para la siguiente lo solucionamos.

Comenzamos leyendo un poema de Mar Benegas, Vecina depredador. Nos reímos y recordamos a esas personas mayores que cuando éramos niños nos saludaban de una manera "especial". Pili López nos regaló un poema de Gloria Fuertes, ¿cómo se titulaba?

En esta primera sesión habíamos decidido hacerle un pequeño homenaje a David Mckee. Su famoso Elmer ha cumplido 25 años pero no es ni el único ni debería ser catalogado como su mejor obra, entre la variedad está la calidad. Tiene muchos títulos y elegimos una pequeña selección para conocerlos, disfrutarlos y comentarlos brevemente, no había muchas ganas de hablar al principio: Seis hombres, Dos monstruos, Negros y blancos, Tres monstruos y Ahora no, Bernardo.



Y llegó un momento especial, buscando en una caja encima de las estanterías encontramos una verdadera joya: parte de la Colección Altea Benjamin. Libros editados en los ochenta, verdaderas maravillas de la literatura infantil y juvenil que ahora se están reeditando, mejorándolos, para motivar su lectura y disfrutar de sus ilustraciones. Aquí tenéis a Libroiris con dos ejemplos. Quizá nos atrevamos a desempolvar estos títulos, leerlos, comentarlos, difundirlos entre nuestros hijos... quizá, ya iremos viendo lo que va sucediendo en nuestras tertulias.

El próximo día una de nuestras madres se va a estrenar como moderadora con el libro La zapatilla roja, ¡un aplauso! Esperamos que ni sea la única vez que lo haga ni la única madre que se atreva,  tenemos que seguir creciendo literariamente y este es un buen obstáculo para empezar.

1 comentario:

  1. El poema de Gloria Fuertes se titula Escribo y venga lo voy a escribir:
    Escribo sin modelo
    a lo que salga,
    escribo de memoria
    de repente,
    escribo sobre mí,
    sobre la gente,
    como un trágico juego
    sin cartas solitario,
    barajo los colores
    los amores,
    las urbanas personas
    las violentas palabras,
    y en vez de echarme al odio
    o a la calle,
    escribo a lo que salga.

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