El Leer Juntos del miércoles lo recordaremos por una situación que nunca se había producido: a mitad de la tertulia sonó la alarma de incendios y todos salimos corriendo, menos mal que sólo fue un simulacro. Vinieron los bomberos y todo, los niños y niñas estaban emocionados y las sirenas no paraban de sonar. Fue una sesión diferente.
Después de escuchar el poema El desayuno de Luis Alberto de Cuenca algunas comentaron que "eso es amor", "un poco utópico el poema", "surrealista total", "cuando uno idealiza el amor es cuando consigue aguantar todos esos defectos", "la sencillez del final nos muestra que las cosas sencillas del día a día son las que más tenemos que valorar en el amor" o "me ha recordado al poema de Neruda cuando dice Me gusta cuando callas porque estás como ausente".
Comentamos la frase "Si los padres leen, es mucho más fácil que sus hijos lo hagan" y se dijo: "A mí no me funciona", "Con las nuevas tecnologías es más difícil", "Mi hijo se compra el periódico de deportes el domingo y se lee todas las historias de los futbolistas", "¿Leer es sólo leer una historia de ficción en papel?". Comentamos que lo que falla es la comprensión lectora, que es muy importante. Reflexionamos porque normalmente el peso de la lectura la llevan las madres aunque también los padres comparten estos momentos en algunos casos. María José dice que a ella también le gusta que le cuenten cuentos y entonces decidimos hacerla feliz y enseñarle uno.
Disfrutamos mucho con el libro Flotante de David Wiesner y la primera respuesta a que nos sugiere el libro fue: el mar, la vida, lo que es el mundo, recuerdos, fantasía, lo que puedes encontrar en una fotografía, magia, una historia redonda donde al final la historia vuelve a empezar.
Acabamos leyendo el relato de Martín Garzo Las madres abandonadas.
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