martes, 29 de enero de 2013

MINIMAL LOVE POEMS

¡La creación al poder! Esta tarde se ha demostrado que somos capaces de inventar nuestros poemas mínimos. La tertulia ha comenzado escuchando esas obras poéticas creadas o buscadas, aquí las tenéis para que todo el mundo que quiera las pueda disfrutar:
- "Tu serenidad embriaga mis inquietudes" (Marta)
- "El amor no consiste en mirarse mutuamente sino en mirar juntos en la misma dirección" (Antoine de Saint-Exupery, traído por Nuria)
- "Ha bajado la nieve, divina criatura, al valle a conocer" (Gabriela Mistral, traído por Sonia)
- "Mis pies lloran tu ausencia", "Tus ojos me retan a no ser cualquier cosa", "tu pulso agitado rompe mi memoria", "Tu alma es una isla que me acogió naufraga", "Nuestros besos ascienden hasta el techo y apagan la lámpara", "Tus manos cien palomas que sobrevuelan mi plaza", "Desde un nido vacío me arroje hasta tus brazos" (Pili López)
- "Su complicidad y su sonrisa lo dicen todo" (Marisa)
- "Negros, blancos, grandes y pequeños, todos cabemos en la misma mesa" (María José, después de leer Por cuatro esquinitas de nada)
- "Un libro es un pájaro con cien alas" (Greguería de Ramón Gómez de la Serna)
- "Huiste y mi vida perdió el sentido", "Te añoro si te alejas, me agobio si te acercas" (Iñaki)
Hablamos sobre qué consideramos "mínimo" para una poesía y comentamos las grandes dificultades que hemos experimentado para que cumplieran ese requisito nuestras creaciones.

A continuación reflexionamos sobre el punto 7 del Decálogo de una familia comprometida en la lectura. Estamos todos de acuerdo pero se genera un enriquecedor debate donde acordamos que debemos respetar en lo posible pero tampoco al cien por cien, ayudándoles a ser críticos y motivándoles en las lecturas de calidad.

Presentamos El arenque rojo y escondemos el texto de Gonzalo Moure a buen recaudo proponiendo una actividad de escritura: cada participante que quiera deberá escoger a uno o varios personajes y escribir una historia basándose en las ilustraciones.

Recordamos lo que nos gustó Por cuatro esquinitas de nada y compartimos nuestras magníficas experiencias cuando lo llevamos a casa para compartirlo con nuestras familias.

Terminamos con Las madres elefante, relato de Gustavo Martín Garzo. 

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