martes, 20 de noviembre de 2012

UN PERRO EN EL LEER JUNTOS

Esta tarde teníamos tertulia, esta tarde nos hemos vuelto a enrollar y casi no llegamos a buscar a nuestros hijos. Buena señal, cuando se está a gusto el tiempo se te pasa volando porque no paramos de hablar, escuchar, leer y mirar.

Dos nanas del libro Cancionero Infantil editado por La Galera han roto el hielo. Las hemos leído y Marta hasta nos la ha cantado como ella la conocía, con algún pequeño cambio. La buena tradición oral es lo que tiene, se trasmite de boca en boca pero en cada zona hay pequeños detalles que la hacen única.

Hemos reflexionado un poco, y seguiremos pues sólo hemos leído los dos primeros puntos, con el Decálogo de una familia comprometida con la lectura
Sobre el primer punto estamos todos de acuerdo pero cada familia tiene su manera de hacer: algunas leen un cuento a sus hijos todas las noches, otras dejan el libro encima de la mesa como si de un anzuelo se tratara, las menos utilizan libros mudos (sin texto sólo con ilustraciones) para inventar con sus hijos la historia. Destacamos la importancia de leerles todas, o casi todas, las noches desde pequeños pues de esta manera se crean hábitos. Hemos nombrado el libro Cama y cuento de Gonzalo Moure, que habla de este tema.
También estamos de acuerdo con el segundo punto pero quizás la poesía nos da más respeto a algunas. Destacamos la frase "llena sus oídos de musicalidad y belleza". El libro con el que hemos comenzado hoy la sesión tiene mucho de este punto.

Sobre Un perro de Daniel Nesquens y Alberto Gamón ha habido diferentes opiniones: a dos no les ha gustado, a tres ni sí ni no y a cinco sí. Hemos comentado: la importancia de la ilustración, dice cosas que no dice el texto; es una historia de amor con un novio o un amante, "la espera con una rosa en la boca, síntoma inequívoco de las primeras citas"; el primer vistazo es que el libro está manchado o roto; los dibujos no me gustan, no hay expresiones en las caras; el libro no me dice nada; muy lineal, no es lo que imaginaba cuando escuche sólo el texto y me monté yo la película; si el libro lo cogiera en la biblioteca buscando algo para llevarme a casa no lo escogería; la historia es una cita a ciegas y el perro y el paraguas son las pistas de lo que viene después, se desarrolla en una gran ciudad con diversidad de gente.
Hemos descubierto entre la gente a Monsieur Hulot, Amelie y su novio, el cuadro The son of man, a Tintín y Milú, a Woody Allen.
Después de los diversos comentarios la gente que no le había gustado o no le había llamado mucho la atención se lo ha vuelto a llevar para volverlo a releer, lo leerán con otros ojos después de escuchar todas las interpretaciones.

Hemos acabado corriendo, sin tiempo de comentar nada, con las madres extraterrestres de Martín Garzo.



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